Por fin llegaron las vacaciones. Parecía que nunca llegaban, pero ya están aquí y ya estoy en el Tirol austríaco de nuevo. Para comenzar las vacaciones nos fuimos al bonito pueblo Neustift que está en el valle de Stubai y cogimos el teleferico que tienen y te suben en un pispas de 993 m. a 1794 m.. A partir de aquí comenzamos a adentranos en otro pequeño valle que se llama Pinnistal.
Ya arriba, a 1794 metros de altitud, hay unas vistas increíbles del valle de Stubai. El año pasado no estaba este reloj de sol, lo han puesto este año, y está genial. Además hay unos telescopios en los que puedes ver los picos y altitud que te rodean. Alucinante.
Pero ya a lo nuestro. Comenzamos a caminar y ya se empieza a alucinar con los paisajes alpinos que tenemos a la altura de nuestros ojos.
Este camino tan solitario te lleva directamente a una hutte (refugio). Aunque no era nuestro destino final, siempre se agradecen. Qué gusto tomarse allí un café, una cerveza o lo que apetezca.
Bajamos a esta primera hutte llamada Pinnisalm. Su nombre hace referencia al nombre del valle. Está a 1557 m.; total, hemos bajado unos metritos que luego tendremos que subir de nuevo. No pasa nada, con estas vistas todo se hace fenomenal.
Llegando a nuestro destino final. Ahora nos hemos subido unos 200 m. de desnivel en una media hora, al estar esta hutte a 1747 m. Aquí ya comimos nuestra comida tirolesa (qué bien sienta con estas montañas alrededor toda esa grasaza...). Teníamos a nuestros pies el Habicht (3277), pero este día no nos quiso dar la cara, estaba tímido y se escondía entre estas nubes. Otra vez será y podremos ver su feliz cara.
Nos quedamos encantados con las paredes de las montañas que conforman este pequeño valle. Ahora ya solo toca volver a andar por donde vinimos y deleitarnos con nuestra primera ruta de este año en los Alpes.
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