Después de hacer varias rutas sencillas, nos dijimos que ya era hora de hacer alguna con un poco más de dificultad, y nos fuimos a la Sierra de Gredos. Y más difícil fue, también muy gratificante y muy concurrida.
Y se empieza a alucinar con las vistas que tenemos ante nuestros ojos.
Zona complicada con muchas piedras, pero muy bien señalizada y fácil de recorrer.
Vistas desde lo alto hacia atrás, casi llegando a la laguna grande.
Y ya estamos viendo la Laguna Grande al fondo. Por supuesto no fuimos ni los primeros ni los últimos en verla. Este día estaba bien concurrida la zona, y no es de extrañar. Merece la pena ir y disfrutar del momento.
Y aquí esta la laguna, no tenía mucha agua, y no llegamos abajo a tocarla. Está pendiente hacer de nuevo esta ruta las veces que hagan falta, merece la pena y la próxima vez que vayamos llegaremos hasta el final.
Al volver, nos encontramos a esta gran amiga, que nos saludó con alegría e ilusión jeje.
Volviendo se podía contemplar la Sierra de Gredos con una luz distinta a la ida e igual de impresionante.
Ruta no muy difícil, en algunos tramos hay que tener control, pero se hace amena. No llegamos al refugio Eola, así que lo nuestro fue hacer unos 11 km. ida y vuelta.
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