Antes de comenzar estas 2 pequeñas rutas de senderismo, pasamos por el bonito pueblo de Sepúlveda. En él se puede pasar el día, se come bastante bien y es muy agradable pasear por sus calles.
Dejamos el coche en el parking, y al poco de andar ya se puede ver las hoces. Una vista impresionante. Esta no es una ruta de senderismo como tal, pues son unos 2 km. ida y vuelta, pero solo por el hecho de contemplar las hoces merece la pena darse un paseo por este lugar.
Y ya estamos llegando a la Ermita. Se puede ver que el paraje donde se encuentra es increíble.
No nos podíamos quedar (por supuesto) solamente en la Ermita, y nuestras botas tiraron para un pequeño sendero que salia de ella y te acercaba más a las hoces.
Y empecé a ver piraguas que recorrían las hoces por dentro. En ese momento quise estar ahí y y estar en una de ellas. Así que al día siguiente, dicho y hecho, estaba abajo y contemplando por dentro las hoces.
Ya por la tarde después de comer tenia ganas de seguir pateando este magnifico Parque Natural, así que nos fuimos a este parking de donde sale la Senda de la Molinilla, que es un pequeño recorrido de unos 4 km ida y vuelta.
Descansando en la Cueva del Cura. Pero hay más cuevas hasta que se llega a la Presa de la Molinilla; en ellas se puede descansar y además había algunos niños jugando.
Y la Presa. Este día nos hicimos unos 6 km en total, pero solamente por ver los paisajes que vimos ya merece a pena darse una vuelta por este Parque Natural. Una experiencia muy gratificante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario